“Cuando el amor se convierte en refugio, y la verdad en castigo.”
Así podría resumirse la desgarradora semana que nos espera en La Promesa, donde las emociones suben como la fiebre de Rafaela… y el peligro no da tregua.
Desde el martes 15 hasta el viernes 18 de julio, los capítulos 635 al 637 se convierten en un campo de batalla emocional donde la vida, la muerte y la traición se entrelazan en una danza feroz.
La semana comienza con una bomba: Lope regresa de su peligrosa misión en la mansión de los Duques de Carril, pero no con la victoria que esperaba Curro, sino con una noticia que sacude los cimientos del palacio: el capitán Lorenzo de la Mata está implicado en una conspiración que nadie vio venir. El joven cocinero ha fracasado en su objetivo… pero ha traído algo peor: la certeza de que el enemigo está más cerca que nunca.
Mientras tanto, los pasillos del palacio se estremecen con una escena de amor secreta y devastadora: Curro y Ángela, incapaces de resistirse más, se entregan a su pasión más íntima. Un momento de ternura real que podría costarles muy caro si sale a la luz.
Sin embargo, la luz en La Promesa es cada vez más tenue. La pequeña Rafaela no mejora. A pesar de los esfuerzos de Simona y Candela, su fiebre se convierte en una amenaza silenciosa. Alonso, desesperado, se enfrenta al sistema y a sus propios miedos: hará lo imposible por salvarla, aunque eso signifique romper las reglas y desafiar a los suyos.
Y en medio de todo, Leocadia continúa con sus intrigas. Lejos de mostrar remordimiento, ofrece un coche de lujo a Alonso en un gesto tan manipulador como inútil. El marqués de Andújar se encarga de recordarle que su influencia tiene límites, sobre todo cuando se trata de incluir a Ángela en los círculos nobles.
Pero las artimañas de Leocadia y Lorenzo no se detienen. Traman enviar a Ángela a Suiza, borrarla del mapa como si fuera un estorbo. No cuentan con que la sangre tira, y el hijo que criaron como soldado tiene alma de rebelde. Curro está más cerca que nunca de descubrir la verdad y enfrentarlos.
En paralelo, Petra, aislada y sin aliados tras la degradación de Ricardo, decide dar un paso insólito: desobedecer las órdenes y proteger a María Fernández, desafiando abiertamente al nuevo mayordomo Cristóbal, cuyas decisiones se vuelven cada vez más arbitrarias y crueles. Petra ha perdido a su escudo… pero quizás ha encontrado su voz.
Catalina, entre tanto, se ve forzada a priorizar un asunto familiar grave por encima de la política de poder en el palacio. Martina, en cambio, está al borde de un estallido: contempla tomar una decisión drástica que podría desestabilizar todo. Su hartazgo, su frustración, y sus demonios internos podrían cambiarlo todo en una sola escena.
Y si lo anterior no fuera suficiente, Enora juega su carta más peligrosa hasta la fecha. Para convencer a Manuel de romper su antiguo pacto, recurre a una acción que nadie esperaba… ¿traición, seducción o desesperación?
La semana culmina con el palacio en máxima tensión. La salud de Rafaela se deteriora. Ricardo descubre que Santos ha recaído, y no solo eso, lo ha hecho de la peor manera. Lope regresa… y ya no es el mismo. Cristóbal lo marca como objetivo, y el aire se llena de sospechas.
Todo arde. Todo colapsa. Todo puede perderse.
¿Quién caerá esta semana? ¿Podrá el amor salvarlos del desastre? ¿O es ya demasiado tarde?