En el impactante episodio 330 de Sueños de Libertad, la tensión entre Pedro y Damián alcanza un punto de no retorno. Lo que comienza como una discusión acalorada en la oficina, pronto se convierte en un duelo emocional y estratégico donde secretos, chantajes y viejas heridas se exponen sin piedad.
Todo se desencadena cuando Pedro irrumpe en la oficina de Damián, visiblemente alterado pero tratando de contener su furia. Sabe que algo no encaja, que Damián ha cruzado una línea. La sospecha se confirma cuando Damián, con su habitual arrogancia, le lanza una bomba imposible de ignorar: ha traído al laboratorio a una joven que resulta ser, ni más ni menos, que la hija de Irene. Pedro, atónito, no logra ocultar su conmoción. Damián ha escarbado demasiado profundo en el pasado… y ha encontrado algo devastador.
Pedro admite que era consciente de que Damián lo estaba investigando, pero jamás pensó que llegaría tan lejos, mucho menos que se atrevería a indagar en la historia de Irene. Para Pedro, aquello es una traición sin nombre. Pero Damián, lejos de disculparse, se regodea en su descubrimiento. Él quiere saberlo todo, conocer hasta el último rincón oscuro del pasado de Pedro… incluso si eso significa destruirlo.
La conversación pronto se convierte en una guerra verbal. Pedro le exige a Damián que se mantenga alejado de su familia, pero Damián no hace más que provocarlo, disfrutando de cada reacción. Pedro lo llama bastardo y Damián, lejos de sentirse insultado, lo toma como una medalla de orgullo. Le recuerda cómo siempre lo superó, incluso cuando fingían ser amigos.
Pero lo peor aún está por llegar.
Pedro exige saber qué pretende Damián al traer a la hija de Irene al laboratorio. Damián, con tono cínico, asegura que lo hace por el bien de Irene, para que pueda reunirse con su hija después de tantos años. Pedro no se traga el cuento. Sabe que detrás de cada gesto de Damián hay una intención oscura. Y no se equivoca.
Damián le lanza una amenaza envenenada: ¿cómo crees que reaccionará Irene cuando sepa que tú sabías dónde estaba su hija y nunca le dijiste nada? Pedro intenta defenderse, asegurando que la niña tuvo un buen hogar y que solo actuó pensando en su bienestar. Pero Damián va más allá. Le revela que si Irene supiera toda la verdad, descubriría que fue Pedro quien la obligó, indirectamente, a dar a su hija en adopción.
La culpa se apodera de Pedro. Quiere marcharse, no escuchar más. Pero Damián no lo deja escapar tan fácilmente. Tiene otro nombre en la manga: José Gutiérrez. Alguien que podría confirmar toda la historia y hacer que la verdad llegue a oídos de Irene. Entonces, Pedro comprende: está siendo chantajeado.
La verdadera intención de Damián sale a la luz. No busca justicia. Quiere poder. Quiere destruir a Pedro desde dentro. Y para ello, plantea dos exigencias claras: o Pedro le entrega a Digna —su hermana— como pieza de cambio, o le devuelve la empresa. No hay términos medios.
Pero Pedro no cede. Su respuesta es contundente: “Jamás”.
Damián entonces lanza su amenaza más brutal: si no accede, será Digna quien pague el precio. Le pregunta sin rodeos si está dispuesto a arruinar la vida de su hermana por orgullo. Pedro, firme, le responde que todo lo que ha hecho ha sido para protegerla, aunque eso signifique perder su amor para siempre si llega a conocer la verdad. Aun así, no está dispuesto a doblegarse. Desafía a Damián a revelar todo. Si lo hace, Pedro expondrá ante todos lo que realmente lo mueve: el odio, la venganza, la destrucción.
Antes de marcharse, Pedro hace una promesa: luchará hasta el final por recuperar a su hermana. No se rendirá. No se quebrará. Aunque esté herido, aunque esté solo… no le entregará ni a Digna ni la empresa a un hombre como Damián.
La escena se cierra con Pedro alejándose, consumido por el dolor, pero con una determinación feroz en sus ojos. Lo que ha comenzado como una conversación terminó como una guerra declarada. Y lo peor… está por venir.
Este capítulo deja claro que Sueños de Libertad ha entrado en su fase más intensa. Los lazos familiares se tensan hasta romperse, los secretos enterrados resurgen como fantasmas, y la lucha por el poder y la verdad amenaza con destruir a todos los que se cruzan en el camino.
¿Logrará Pedro proteger a su hermana y mantener el control de su mundo… o caerá ante las maquinaciones despiadadas de Damián?