El capítulo de esta semana de Sueños de Libertad nos lleva a una de las escenas más tensas de la serie. La atmósfera en el laboratorio de perfumerías de la reina es casi tangible, cargada de desconfianza y desesperación. En un giro inesperado, Andrés, siempre tan calculador, parece tener una agenda propia mientras interroga a Luis y Cristina, los personajes clave, sobre un robo de perfume que podría tener repercusiones mucho más grandes de lo que todos pensaban.
Tacio, con su tono implacable, pone a prueba la lealtad de los más cercanos a Luis y Cristina: Paco y Daniel, quienes podrían tener un papel importante en el robo del perfume de Cobeaga. A medida que las acusaciones surgen, Luis defiende a sus colaboradores, pero la sombra de la duda se cierne sobre ellos.
La atmósfera se vuelve aún más espesa cuando Andrés lanza una acusación que cambia todo: menciona a Gabriel, el primo de Cristina, insinuando que pudo haber tenido algo que ver con el sabotaje. Cristina, indignada, se niega a creer que su primo podría traicionarles. Sin embargo, Andrés no se detiene, insistiendo que algo extraño pudo haber sucedido mientras Gabriel estuvo en el laboratorio.
Pero la verdadera bomba llega cuando Andrés sugiere que alguien pudo haber modificado un pequeño detalle en la fórmula del perfume. Este pequeño “detalle”, que podría haber sido borrado sin dejar rastro, se convierte en un punto de no retorno para la conversación. La tensión en la sala es palpable, como si cada palabra pudiera ser la chispa que encienda una catástrofe.
Cristina, cada vez más afectada, niega rotundamente cualquier acusación contra su primo, pero la duda ya está sembrada, y el miedo a la traición empieza a desgarrar la relación entre ellos. Andrés, sin mostrar ni un ápice de remordimiento, sigue empujando la conversación hacia un lugar más oscuro, sugiriendo que el saboteador podría haber sido alguien mucho más cercano a ellos de lo que imaginan.
Finalmente, cuando parece que Andrés va a insistir aún más, Espacio detiene la conversación con una advertencia: “No digáis ni una sola palabra de esto. No queremos alertar al topo si está cerca”. Las palabras flotan en el aire como una amenaza, dejando claro que lo que se está jugando en este capítulo no es solo un robo, sino una posible traición que cambiará el rumbo de todos.
Mientras tanto, en otro rincón de la historia, Julia y María parecen vivir una realidad completamente diferente. Julia, con su ingenuidad juvenil, se deja llevar por una conversación tranquila, pero sin saberlo, sus palabras tocan las fibras más profundas de los sentimientos humanos. Pero pronto, la calma se ve interrumpida por Gabriel, quien, con un tono gélido, hace una revelación que deja a María devastada: la verdadera magnitud de las conspiraciones que se están gestando podría ser mucho más aterradora de lo que imaginaban.
Gabriel, con su cinismo característico, no vacila en admitir que todo lo que está sucediendo es parte de un plan más grande, uno que podría hundir a Perfumerías de la Reina y entregar el negocio a Brosart. María, cada vez más consciente del caos que se avecina, se enfrenta a Gabriel, exigiendo respuestas, pero él, implacable, la deja sin palabras. La desesperación se apodera de ella cuando se da cuenta de la verdad: la traición está en marcha, y es mucho más profunda de lo que imaginaba.
El capítulo concluye con una sensación de inevitabilidad. La traición de Gabriel ya está en marcha, y Sueños de Libertad nos deja con una sensación de inquietud que probablemente nos acompañará hasta el próximo episodio. ¿Realmente la lealtad puede ser tan frágil? ¿O estamos ante el comienzo de algo mucho más grande? La verdad, por ahora, sigue siendo un misterio.
¿Qué opinas de la traición de Gabriel? ¿Estás listo para lo que vendrá?