Si hay un personaje en La Promesa capaz de generar miedo hasta en la mismísima Marquesa de Abrecartas, esa es, sin lugar a dudas, Leocadia de Figueroa. La famosa postiza, esa mujer que entró en la vida de los Izquierdo como una amiga inseparable, pero que con el tiempo se reveló como la peor enemiga. Hoy en Crónicas de la Promesa vamos a desvelar los secretos más oscuros de Leocadia, ese personaje fascinante y peligroso que lleva las riendas del destino en sus manos.

Leocadia, nacida en Cuba en 1871, creció en una época convulsa y compartió su infancia con Cruz Izquierdo. Ambas, como inseparables amigas, vivieron juntas en un mundo de secretos y traiciones. Mientras su padre luchaba por alcanzar una riqueza que nunca llegó, Leocadia se impregnó de los valores y ambiciones de su amiga Cruz. Pero en cuanto la esclavitud fue abolida en Cuba en 1886, su mundo cambió para siempre. Los Izquierdo, huyendo de las revueltas, llegaron a Cádiz, mientras Leocadia se quedó en Cuba, donde la semilla de la obsesión por Cruz ya estaba sembrada.

Con el paso de los años, Leocadia regresó a España y se infiltró en la vida de los Izquierdo, donde, a pesar de ser siempre la sombra, no se conformó con observar. Se convirtió en amante del Varón de Linaja y luego, incluso tuvo un desliz con Lorenzo de la Mata. Pero el golpe más maestro de Leocadia llegó en 1898, cuando convenció al Varón para asesinar a Dolores, la doncella, y robar a Curro para entregárselo a Eugenia como hijo propio. Ese acto fundacional de la serie, la base de La Promesa, fue idea de Leocadia. Cruz lo confesó años más tarde, pero la verdadera mente detrás de ese oscuro plan siempre fue Leocadia.

La historia no termina ahí. Leocadia, que nunca se conformó con ser simplemente una amante, quedó embarazada de un hombre poderoso que la abandonó, lo que le costó enfrentarse a Cruz. Este fue el momento crucial en que Rómulo, quien hasta ese momento había sido leal a la familia Izquierdo, desobedeció la orden de Cruz de matar a Leocadia y la dejó con vida. Esta fue la primera vez que el mayordomo desobedeció una orden, y al hacerlo, perdonó a Leocadia y a su hija, Ángela, que nació en Cuba alrededor de 1898.

Leocadia, tras un matrimonio fallido con un hombre rico e influyente, continuó viajando, construyendo una red de contactos y esperando pacientemente su momento de venganza. La oportunidad llegó cuando Cruz cayó en desgracia, y Leocadia se instaló nuevamente en la Promesa exigiendo venganza. Fue en ese momento cuando Leocadia reveló su verdadera cara: “He venido a vengarme”, le dijo a Cruz, y así comenzó su reinado de maldad.

El regreso de Leocadia a la Promesa marcó el comienzo de un ciclo de manipulaciones, mentiras y traiciones. Su hija, Ángela, también se unió a la lucha, lo que complicó aún más las cosas. Curro y Ángela se han convertido en una pareja peligrosa, y Leocadia, con su astucia y ambición, ha manipulado a todos para llegar hasta donde está. Su sombra ha estado presente desde los primeros días de la serie y sigue siendo una amenaza que se extiende por todos los pasillos de la Promesa.

¿Qué podemos esperar de Leocadia en el futuro? Mientras ella siga en la Promesa, el peligro siempre estará acechando. Sus piezas están en movimiento y su venganza parece no tener fin. Pero lo más intrigante es que Leocadia sigue siendo una mujer fascinante: calculadora, peligrosa, pero también estratégica, que nunca pierde de vista su objetivo. Una enemiga que no duda en disfrazarse de amiga para manipular a todos los que la rodean.

Así que, ¡cuidado! Mientras Leocadia camine por esos pasillos, nadie está a salvo. La Promesa nos tiene preparada más intriga, más secretos, y con Leocadia siempre habrá una nueva amenaza en el horizonte.

¿Qué opinas de Leocadia? ¿Es la villana definitiva de la serie o hay algo más detrás de su personaje?