Después de meses de incertidumbre, el regreso de Rómulo al palacio de los Luján no solo ha sorprendido a todos, sino que ha desencadenado una serie de revelaciones que cambiarán por completo el curso de los acontecimientos. El mayordomo, cuya desaparición había quedado rodeada de misterio, regresa con una apariencia renovada y un secreto aterrador que pondrá en peligro no solo a Cristóbal, sino a todo lo que se había construido hasta ahora.
Cristóbal, quien había logrado ganarse la confianza de Alonso y ocupar el puesto de mayordomo en el palacio, ha comenzado a levantar sospechas entre los empleados del servicio. Su comportamiento cada vez más extraño y su frecuencia en los aposentos de Leocadia no pasan desapercibidos. Pero lo que parecía una simple inquietud se convierte en una verdad espantosa cuando Rómulo, con su presencia imponente, irrumpe en el palacio para revelar lo que todos temían: Cristóbal no es quien dice ser.
“Este hombre no es un mayordomo, es un farsante”, declara Rómulo con voz grave, dejando a todos en shock. Las acusaciones que lanza no solo exponen a Cristóbal, sino que también lo vinculan directamente con Leocadia, de quien se revela que podría ser el padre de Ángela. La sala queda en silencio absoluto mientras todos procesan la magnitud de la revelación. La noticia de que Cristóbal, el nuevo mayordomo, tiene una relación tan estrecha con Leocadia, sacude los cimientos del palacio.
Ángela, quien escucha las acusaciones de Rómulo, no puede evitar palidecer. La revelación de que su verdadero padre podría ser este hombre, Cristóbal, la deja completamente desconcertada. “¿Mi padre? ¿Es él?”, murmura, mientras Leocadia, atrapada en una mentira, intenta defenderse. La tensión en el aire es palpable y los nervios afloran mientras la verdad sobre el pasado de Cristóbal se despliega ante los ojos de todos.
Alonso, atónito, no sabe cómo reaccionar. Se enfrenta a Leocadia, quien trata de minimizar la gravedad de la situación. Pero la desconfianza ya está sembrada. “¿Por qué me hiciste contratar a este hombre como mayordomo? ¿Qué estás escondiendo?”, exige Alonso, mirando a Leocadia con ojos llenos de ira y confusión. La respuesta de Leocadia es una mezcla de desesperación y evasión, intentando desmentir todo lo que ha sido expuesto.
Pero el daño ya está hecho. La evidencia está sobre la mesa, y la acusación de Rómulo es clara: Cristóbal y Leocadia han conspirado juntos para manipular el palacio y destruir lo que quedaba de la familia Luján. El sabotaje comienza a tomar forma, y todos los pequeños detalles, como los platos mal servidos o los documentos desaparecidos, son ahora piezas de un rompecabezas mucho más grande. La caída de Leocadia está cada vez más cerca, y con ella, su oscuro plan para tomar el control del palacio.
A medida que la tensión crece, Cristóbal intenta defenderse, pero la fuerza de las pruebas en su contra es irrefutable. En un intento desesperado por salvar su posición, trata de manipular a Alonso, pero su juego ha terminado. La confrontación culmina cuando Rómulo revela los detalles más oscuros de la conspiración: “Este hombre estaba en todos los lugares equivocados, haciendo cosas que no debería haber hecho. Y tú, Leocadia, lo sabías todo.”
La sala se llena de murmullos y miradas de incredulidad. Alonso, finalmente, decide actuar. “Cristóbal, no eres bienvenido aquí. Te arrestarán por tus crímenes, y Leocadia, tú también pagarás por todo lo que has hecho.”
Con la guardia entrando en el salón, el destino de Cristóbal y Leocadia queda sellado. Las dos figuras que durante tanto tiempo han manipulado los hilos del palacio son finalmente desenmascaradas. Leocadia, temblando de rabia y miedo, intenta huir, pero no puede escapar de la justicia que, por fin, la alcanza. Petra, quien también estuvo involucrada en el sabotaje, es detenida junto a ella.
¿Qué piensas sobre la caída de Leocadia? ¿Crees que Alonso podrá reconstruir la familia después de tantas traiciones?