La próxima semana en ‘La Promesa’, del 23 al 27 de junio, el palacio se convierte en un polvorín de secretos, intrigas y decisiones cruciales, todo ello en el trasfondo de una fiesta que promete ser el epicentro de un cambio sísmico. La tensión es palpable en cada rincón, desde los más suntuosos salones hasta las humildes dependencias del servicio, donde los destinos de todos están a punto de entrelazarse de forma irrevocable.
Adriano no puede disimular su incomodidad ante la inminente celebración que Lisandro y Leocadia han orquestado. Este evento, diseñado para reafirmar el prestigio de los Luján, genera una atmósfera cargada en todas las plantas del palacio. Catalina, consciente de la importancia de la ocasión y de la necesidad de mantener las apariencias, se esfuerza denodadamente para que su marido esté a la altura del gran reto social que se avecina. Sin embargo, lo que nadie esperaba es que Curro, impulsado por sus propias motivaciones y con un espíritu de camaradería inesperado, se sume al entrenamiento de Adriano, ofreciendo su ayuda para que este último pueda desenvolverse con soltura en el exigente escenario social. Su apoyo es un rayo de esperanza en medio de la tensión, aunque las verdaderas intenciones de Curro, siempre arraigadas en su búsqueda de la verdad, aún están por revelarse por completo.
Paralelamente, Lope, movido por el descubrimiento de la verdadera y peligrosa relación de Vera con el duque de Carril —una revelación que ha compartido con Curro y Pía—, decide dar un paso más en su arriesgada búsqueda de justicia y respuestas. Se plantea la audaz misión de infiltrarse en la casa del duque, un plan que podría desvelar secretos aún más oscuros y peligrosos. Para ello, intenta convencer a Vera de que lo ayude en esta empresa, aunque ambos son plenamente conscientes del enorme riesgo que implica. La infiltración en la casa de un hombre tan poderoso y despiadado no es una tarea para los débiles de corazón, y el más mínimo error podría costarles la vida o, lo que es peor, la verdad misma que buscan desesperadamente.
Mientras tanto, en una trama que entrelaza la esperanza con la incertidumbre, Rómulo comparte con Emilia una oferta inesperada que podría cambiar el rumbo de su vida: el marqués, en un gesto de afecto y desesperación por retenerlo, le ha ofrecido una casa para que se quede en La Promesa. Esta sorprendente propuesta llega justo cuando Leocadia, en un giro aún más inesperado y quizás orquestado por las maquinaciones de Lorenzo, ha accedido a que Ángela regrese al palacio. El retorno de la joven, cuya salud aún es frágil, coincide con la creciente inquietud de Curro y Pía por la desaparición de Esmeralda. La gerente de la joyería, que había prometido ayudar a Curro en su investigación sobre el conde Carvajal y la esmeralda maldita, parece haberse desvanecido sin dejar rastro, añadiendo una capa más de misterio y peligro a la ya compleja situación. Su ausencia, en un momento tan crítico, solo puede significar que ha sido víctima o ha tomado una decisión drástica para protegerse.
Los nervios también crecen para Manuel, quien recibe una misteriosa carta de su madre, Cruz. El contenido de la misiva lo perturba profundamente, sumiéndolo en una espiral de angustia y confusión que lo lleva a buscar consejo en Rómulo, su confidente y figura paterna en la casa. Sin embargo, en un acto de rebeldía inusual, o quizás de una desesperada necesidad de protegerse a sí mismo y a otros de un conocimiento peligroso, Manuel decide quemar la carta, reduciendo a cenizas las palabras de su madre. Este acto de autocensura lo obliga a mentir a su padre, Alonso, asegurando que la carta nunca llegó a sus manos. A pesar de su negativa inicial a acudir a la fastuosa fiesta, la presión de Alonso termina surtiendo efecto, y Manuel se presenta en el evento. Sin embargo, su mente sigue atrapada en el contenido de la carta que ahora solo él conoce, una carga secreta que podría moldear su destino.
Mientras tanto, Vera finalmente acepta ayudar a Lope en su arriesgado plan de infiltración, forjando una alianza cimentada en la desesperación y la búsqueda de la verdad. Ricardo, por su parte, da los últimos retoques a Adriano, preparándolo para el gran evento, pero un comentario inoportuno de Lisandro vuelve a sembrar la duda en la mente de todos, amenazando con desestabilizar la frágil paz y el meticuloso plan de la fiesta.
En este torbellino de eventos, ¿qué secretos revelará la carta de Cruz a Manuel? ¿Lograrán Lope y Vera su peligrosa misión sin ser descubiertos? Y, lo más importante, ¿qué ha sucedido con Esmeralda?