¡Alerta de Spoiler! 🚨 Gabriel, el Saboteador Fantasma, Ataca en ‘Sueños de Libertad’!

En una escena cargada de una tensión casi insoportable, Gabriel se mueve con la frialdad y el sigilo de un depredador. Su objetivo: documentos confidenciales de la casa. Con una habilidad sorprendente, manipula el sistema eléctrico, sumiendo la residencia en una oscuridad repentina. La tiniebla se convierte en su aliada mientras se desliza hacia la sala donde se guardan los secretos más preciados de la familia.

Una vez dentro, no pierde un segundo. Carpeta tras carpeta, los papeles se deslizan por sus manos, y su móvil captura, en rápidos destellos silenciosos, cada fragmento de información que considera clave. Su misión es clara: obtener datos cruciales sin dejar rastro, sin ser detectado. Es un juego de espías en el corazón de la casa, y Gabriel es un maestro en él.

Pero el plan de este audaz infiltrado está a punto de desmoronarse. De repente, el sonido de pasos acercándose rompe el silencio. Son Tasio y Raúl. En un instante de pura adrenalina, Gabriel logra esconderse justo a tiempo, convirtiéndose en una sombra más en la penumbra. Los dos hombres entran en la sala, visiblemente extrañados por la falta de luz y, sobre todo, por la puerta abierta, una señal de alarma que, por suerte para Gabriel, no logran interpretar correctamente.

Su urgencia es encontrar documentos relacionados con el transporte de materiales que necesita Luis. Mientras buscan, su conversación divaga hacia María, revelando su delicado estado emocional y las dificultades que atraviesa con su esposo. Es un momento tenso para el espectador, que sabe que Gabriel escucha cada palabra, cada pista. Finalmente, Tasio y Raúl encuentran lo que buscan y se marchan, ajenos a la presencia oculta de Gabriel y al peligro inminente que se cierne sobre ellos.

Una vez solo, Gabriel emerge de su escondite. Su rostro es una máscara de determinación mientras marca un número en su móvil. La llamada es para alguien llamado Salcedo. Las palabras de Gabriel son concisas, pero cargadas de significado: le informa sobre una recogida de materiales al día siguiente y, con una frialdad escalofriante, le recuerda que debe actuar. No hay necesidad de más explicaciones; la insinuación de un plan de sabotaje es clara, ominosa.

La escena culmina con Gabriel desvaneciéndose en la oscuridad, huyendo en silencio. Deja tras de sí no solo la evidencia de una violación, sino una sensación de peligro inminente que se cierne sobre la fábrica y, quizás, sobre la propia familia. Esta secuencia revela la sofisticación del plan de Brasort y la frialdad de Gabriel, un agente doble que no se detendrá ante nada para lograr sus objetivos. La recogida de materiales, que en condiciones normales sería una rutina, se ha convertido ahora en el epicentro de un posible desastre.

¿Qué implicaciones tendrá este sabotaje en Perfumerías de la Reina? ¿Y cuándo descubrirán Tasio y Raúl que estuvieron a centímetros de un infiltrado? ¡La tensión no hace más que aumentar en ‘Sueños de Libertad’!