“¿Por qué ahora, Cruz? ¿Por qué desde la oscuridad de tu celda sigues arrastrando a todos al abismo?”
Así comienza una semana que promete sacudir hasta los cimientos de La Promesa.
Cruz Ezquerdo, la marquesa caída en desgracia, mueve sus hilos una vez más desde la cárcel. Lo hace con la precisión de un titiritero maestro: un paquete inesperado, un retrato al óleo de sí misma, obra de un reputado pintor de la corte, llega a manos de Alonso. Pero este no es un simple retrato… Es un mensaje cifrado, un recordatorio de que su influencia aún perdura y, posiblemente, una advertencia más oscura de lo que nadie se atreve a imaginar.
Mientras tanto, las tensiones internas alcanzan nuevos niveles. Catalina se encuentra en una encrucijada emocional y moral, dividida entre proteger a sus hijos y sostener las estructuras sociales que amenazan con derrumbarse. Su enfrentamiento con Martina alcanza un clímax desgarrador, arrastrando también a Alonso hacia una grieta matrimonial que podría no tener retorno.
En los pasillos del servicio, se respira inquietud. López, degradado nuevamente a la posición de “La Cayo”, lidia con el desprecio de quienes alguna vez fueron sus pares. A pesar del apoyo de Simona y Candela, su espíritu comienza a quebrarse. Ricardo, en un acto de sacrificio paternal, ha cedido su lugar para permitir que su hijo conserve el suyo, sembrando una semilla de cambio… o de resentimiento.
Por su parte, la joven Ángela descubre la verdad sobre la muerte de su hermana Hann: no fue Cruz, sino el infame capitán De La Mata quien la envenenó tras dispararle. Junto a Curro, hallan pruebas de un turbio tráfico de armas, pero mientras Ángela quiere exponer la verdad, Curro vacila. El fantasma de Lorenzo se cierne sobre ellos: si caen sus mentiras, ¿qué más colapsará?
Toño, atrapado entre su ingenuidad y su deseo, intenta conquistar a Enora con un torpe picnic. Pero Enora no es una joven cualquiera, y aunque empieza a abrirle su corazón, el juego amoroso se entrelaza con los intereses económicos de Leocadia, quien ofrece a Manuel una propuesta demasiado generosa como para no sospechar de sus intenciones.
El miércoles, la tormenta emocional entre Catalina y Adriano se intensifica. Las heridas del pasado familiar resurgen, las decisiones pesan como losas. Al mismo tiempo, Pía intenta intervenir en la decisión de Ángela respecto al capitán De La Mata, sin saber que está encendiendo una mecha que podría estallar antes de que Curro logre encontrar a su amada.
En el capítulo del jueves, Enora visita la zona de servicio. Simona y Candela, siempre defensoras del respeto, la tratan como a una marquesa. Este encuentro, cargado de humanidad, es un respiro necesario antes de que la semana cierre con un último golpe.
El viernes, todo llega a un punto de ruptura. Catalina amenaza con abandonar La Promesa junto a sus hijos, rompiendo el equilibrio matrimonial con Alonso. Adriano, acorralado, tomará una decisión irreversible. López, enfrentado a su nuevo destino, se debatirá entre la resignación y la rebeldía. Y mientras el ambiente se enrarece, todos sienten que algo oscuro se avecina…
El paquete de Cruz no es un simple envío. Es una declaración. Una amenaza. Y tal vez… el principio del fin.
¿Qué crees que oculta realmente el retrato enviado por Cruz? ¿Es este el último movimiento de una mente brillante… o el primer paso de una nueva tragedia?