El mes de agosto comienza con una conmoción inesperada en la casa de La Promesa. Un simple retrato de Cruz se convierte en el catalizador de una serie de eventos que trastocan la vida de todos en la mansión. Desde el primer vistazo, la tensión es palpable. Un cuadro aparentemente inocente, pero cargado de historia, despierta viejos fantasmas y secretos que nadie pensaba que regresarían.

Alonso, impulsado por una necesidad urgente de encontrar culpables, busca respuestas. La llegada del retrato de Cruz pone a todos en alerta, especialmente cuando los antiguos recuerdos de Petra resurgen, recordándole a todos su pasado con la marquesa. La atmósfera se torna más densa, y Alonso, incapaz de contener sus emociones, se derrumba al enfrentarse a la fría mirada de su esposa en el retrato. Este momento de vulnerabilidad será un punto de quiebre para él.

La relación entre Catalina y Martina también está en un punto crítico. Martina, que intenta desesperadamente una reconciliación, se enfrenta a la indiferencia de Catalina, quien ya ha aceptado que algo entre ellas se ha roto. En el fondo, Catalina busca consuelo en Simona, una figura materna para ella, esperando encontrar respuestas sobre su matrimonio con Adiano, que parece ir de mal en peor. La crisis entre ellos se intensifica, y Catalina se siente atrapada, incomprendida por todos a su alrededor. El marqués, sin embargo, le ofrece una tregua, permitiéndole continuar con sus reformas en la finca, pero con la condición de que busque consenso.

La situación se complica aún más cuando María Fernández, incapaz de dejar atrás su dolor por Samuel, pone su esperanza en Manuel. Ella sigue buscando respuestas sobre el destino del sacerdote, pero se encuentra en un callejón sin salida. Mientras tanto, Cristóbal, en su afán por tomar el control total de la situación, introduce más cambios, lo que solo aumenta el malestar entre sus empleados.

En otro rincón de la mansión, Toño, Manuel y Enora reciben un informe de ventas firmado por Pedro Farry, pero nada parece ser tan sencillo como parece. El enfrentamiento entre Curro y Lorenzo se intensifica, y cuando el capitán agarra violentamente a Curro, la tensión llega a un nivel insostenible. Alonso, sin saber que está vinculado de manera secreta con el joven, interviene para protegerlo, desafiando las acusaciones que se ciernen sobre él.

¿Será capaz La Promesa de sobrevivir a esta tormenta emocional? La respuesta está por verse. Mientras tanto, todo sigue al borde del colapso, y la mansión no será el mismo lugar después de la llegada de ese cuadro. ¿Qué secretos aún se ocultan tras los muros de La Promesa? ¿Será este el fin de un ciclo o el comienzo de algo aún más oscuro?

¿Qué opinas de la situación de Catalina y su crisis con Adiano? ¿Cómo crees que afectará la llegada del retrato de Cruz a todos los involucrados?