El misterio de la desaparición de Samuel ha dejado a todos en La Promesa con una sensación de inquietud, pero lo que nadie esperaba era que su regreso trajera consigo más preguntas que respuestas. Después de días de angustia y rumores, el Padre Samuel regresa al palacio, herido y visiblemente traumatizado, dejando a su paso un rastro de misterio que pondrá a todos en alerta.
Cuando María, aliviada por su regreso, le pregunta qué ha sucedido, Samuel revela un secreto que no solo sacudirá los cimientos del palacio, sino que traerá consigo un giro inesperado en la historia. El sacerdote no fue víctima de un accidente, sino de una trampa meticulosamente preparada. Fue atacado por dos hombres, uno de los cuales parece ser Lorenzo, y el otro, alguien que siempre ha estado al acecho, como una sombra: ¿será Leocadia?
El silencio en la sala se vuelve abrumador mientras Samuel, con voz quebrada, relata su experiencia. La angustia de María es palpable, pero más aún lo es la certeza de que la verdad sobre lo que sucedió está más cerca de lo que nadie esperaba. Al mismo tiempo, los rumores empiezan a circular por los pasillos del palacio, con algunos asegurando que vieron a Samuel marcharse, mientras otros creen que escucharon un caballo galopando en medio de la madrugada. Sin embargo, la verdad es mucho más oscura de lo que nadie imaginaba.
El regreso de Samuel marca un punto de inflexión crucial. Lo que parecía ser una desaparición por amor o por un deseo personal se convierte en una historia de engaños, secretos y traiciones. Con el sargento Burdina en la escena, las pistas empiezan a tomar forma y, con ellas, la certeza de que alguien dentro del palacio no quiere que la verdad salga a la luz. La carta que María encuentra entre las pertenencias del Padre, llena de palabras incompletas y extrañas, es la clave para entender lo que realmente ocurrió.
La tensión aumenta cuando María, convencida de que Samuel no huyó por amor, sino por miedo y coerción, toma una decisión audaz: le contará todo al marqués Alonso. Este, perturbado por la firmeza de María y la reverencia que Samuel merecía, decide tomar cartas en el asunto, llamando a Burdina para investigar más a fondo.
Lo que descubren no solo desmantela la versión oficial de los hechos, sino que desvela una trama de manipulación, control y corrupción dentro de las paredes de La Promesa. La pregunta ahora es: ¿Quién dentro de la familia tiene tanto poder para hacer que Samuel se convierta en víctima de esta conspiración? Y más importante aún, ¿quién más está involucrado?
¿Conseguirá María descubrir todos los secretos que se esconden entre los pasillos del palacio? ¿Será suficiente con lo que sabe ahora o la verdad la llevará a un destino aún más oscuro?