En los próximos y explosivos capítulos de La Promesa, el destino de los personajes da un vuelco cuando Lope, guiado por su determinación inquebrantable de destapar la verdad sobre la muerte de Hann, se infiltra en el corazón de la oscuridad: la casa del Duque de Carril. Pero lo que encuentra allí no solo cambia su vida para siempre… también amenaza con derrumbar el mundo de los poderosos.
Todo comienza en la penumbra de una noche tensa, cuando Lope, al borde del colapso, logra contactar a Vera. Ella, tras una lucha interna y temiendo por su empleo y la vida de su amigo, cede y le entrega una copia de la llave del jardín trasero del palacio del Duque. A partir de ese momento, Lope desaparece. Nadie en La Promesa sabe dónde está. Curro, angustiado, nota su ausencia y comienza a preocuparse. Pía también lo sospecha, mientras Ricardo, siempre con un ojo vigilante, empieza a presionar por respuestas.
Vera, con el alma hecha trizas por la culpa, intenta mantener la calma, aunque su rostro la delata. Pía y Curro, atrapados en un dilema moral, deciden proteger a Lope y guardar el secreto, aunque la tensión crece entre los pasillos.
Pero un día nublado, cuando la incertidumbre es más densa que nunca, Lope reaparece. Está sucio, desaliñado, cansado… pero con una caja entre las manos que contiene la clave para destapar una red criminal que supera cualquier imaginación. Dentro de esa caja: documentos, fotos, registros, contratos falsificados y un cuaderno con el escudo del Duque. Pruebas suficientes para derrumbar a los enemigos más poderosos.
Curro, al borde de las lágrimas, comprende la gravedad de lo que su amigo arriesgó. Deciden que Manuel debe ver todo con sus propios ojos. Cuando lo hace, la furia y la tristeza se mezclan: descubre que su madre fue injustamente culpada y que la muerte de su esposa fue parte de un plan macabro orquestado por el Duque Lisandro, Leocadia y Lorenzo.
Pero Manuel no se quedará de brazos cruzados. Esa misma noche, durante la gran fiesta donde Adriano será nombrado Conde y todos los nobles están presentes, decide actuar. En medio de los brindis y la música, interrumpe la celebración. Pide la palabra. Y entonces, la verdad sale a la luz.
Manuel desenmascara, uno por uno, a los responsables. Expone pruebas irrefutables. Los murmullos se convierten en caos. Leocadia, Lisandro y Lorenzo intentan defenderse, pero el daño está hecho. Justo en el clímax, el sargento Burdina entra con guardias y formaliza las detenciones. Las máscaras caen, las mentiras se deshacen, y La Promesa se convierte en escenario de justicia.
Una joya aparentemente inocente fue la clave de todo. Veneno escondido. Traición entre la nobleza. Y Lope, aquel joven que muchos subestimaban, se convirtió en el héroe silencioso que cambió el destino de todos.
¿Pero realmente se resolvió el caso de Hann? ¿O aún queda una última verdad por salir a la luz? No te pierdas los próximos capítulos de La Promesa, porque lo peor… podría estar aún por venir.