La serie de TVE va a demostrar a sus espectadores hasta dónde está dispuesta a llegar Leocadia, interpretada por Serrano
La Promesa se ha marcado como objetivo mostrar en todo momento el lado más pérfido de Leocadia, a la que da vida Isabel Serrano. Y en el capítulo de hoy lo hará de manera oficial y más que nunca.
Sí, esta tarde, la mujer dejará de manifiesto que no hay nada ni nadie que la frene en sus propósitos. De ahí que dará un paso tan pérfido como complicado, aunque pueda herir a su propia hija.
Leocadia, interpretada por Isabel Serrano, se reafirma como la villana de La Promesa
Leocadia engañó a todo el mundo a su llegada a La Promesa, pues se mostró dulce, comprensiva y dura con Cruz. Pero, poco a poco, ha ido sacando su verdadera cara, que es lo que los creadores de la serie se han propuesto. Y hoy darán un paso más en este sentido.
Ella quiere separar a su hija, Ángela, de Curro, que ahora es un simple sirviente. Por eso, tomó la decisión de que la joven regresará a Zúrich para continuar con sus estudios y así alejarla de él. Pero la muchacha es de armas tomar y no se lo ha puesto fácil, ha acampado en el entorno del palacio.
Esta tarde, la protagonista interpretada por Isabel Serrano no se quedará de brazos cruzados. Volverá a mostrar su lado más cruel, pues amenazará a Curro con despedirlo si ayuda a Ángela, que tiene un frágil estado de salud como consecuencia de estar a la intemperie.
Este conflicto abrirá una crisis potente en la serie de TVE. Expondrá sin ambages el poder absoluto de Leocadia y su falta de escrúpulos, generando tensión dramática de alto voltaje para la audiencia.
Intrigas por todos lados en el capítulo de esta tarde de La Promesa
Mientras Leocadia afianzará su lado más perverso, otras tramas avanzarán esta tarde a toda velocidad en La Promesa. Por ejemplo, Samuel, recién excomulgado, recibirá órdenes de aquella para permanecer en el palacio y ocultar su estado frente al duque.
A la vez, Manuel y Toño se percatarán de intrusos en el hangar, pues alguien está revolviendo sus herramientas, lo que incrementará las sospechas. El mismo Curro, fingiendo responsabilidad, se adentrará en este enigma, pues se propondrá como vigilante. Eso sí, su verdadero objetivo será encontrar a Esmeralda, la dependienta de la joyería Llop.
Una joven con la que se topará después. Y a la que intentará sacar la mayor información posible sobre el veneno escondido en el estuche de la pulsera.
En paralelo, Rómulo se preparará para abandonarLa Promesa y pedirá ayuda a Catalina para contarle la noticia al marqués. Y es que sabe que este no va a aceptar de buen grado su postura.
Los espectadores no solo se verán sorprendidos por el impacto emocional de estas decisiones. También se encontrarán con un sutil reflejo del poder, la manipulación y la lucha de clases.
La Promesa cumplirá así su propósito: plasmar con crudeza y efectividad los conflictos humanos más extremos. E Isabel Serrano se convertirá, hoy más que nunca, en la encarnación absoluta del mal disfrazado de nobleza.