“¿Hasta dónde llegarías por venganza?”

Un sol dorado y cálido bañaba la promesa, pero dentro del palacio, la oscuridad de las intrigas humanas seguía creciendo. Ángela, una joven que alguna vez fue solo una ayudante, se encuentra atrapada en un juego peligroso. El beso robado con Curro en la planta noble no solo fue un impulso de emoción reprimida, sino un paso más hacia un abismo del que no hay vuelta atrás.

Desde que Curro reveló los oscuros secretos del capitán Lorenzo, Ángela se ha convertido en una pieza clave en la lucha contra la corrupción que gobierna la promesa. Pero su valentía, que la lleva a querer destapar la red de engaños y crímenes del capitán, también la pone en una situación límite, caminando por el borde del peligro.

Esa mañana, mientras servía café en el despacho del capitán, Ángela encontró la prueba de lo que había temido: un legajo que confirmaba las actividades ilícitas de Lorenzo, uno de los más poderosos y temidos en la región. El miedo y la adrenalina se entrelazaban en su pecho. La sensación de estar tan cerca de la justicia y, sin embargo, tan lejos de ella, la desbordaba.

Pía, siempre sabia, le advirtió que no podía permitir que su determinación la cegara. “No estás luchando solo por justicia, Ángela, estás luchando por venganza”, le dijo, y las palabras se quedaron grabadas en su mente. ¿Era eso lo que estaba haciendo? ¿Buscando justicia o simplemente vengándose de los abusos y humillaciones que tanto había sufrido?

Curro, por su parte, sabía que se estaba arriesgando al involucrar a Ángela en su lucha. Al contarle todo, al revelarle la verdad, la había colocado en el punto de mira de Lorenzo, un hombre despiadado dispuesto a destruirla sin pensarlo. Pero Ángela no se dejó intimidar. El deseo de hacer justicia era más fuerte que el miedo, y no permitiría que Curro la tratara como a una niña.

La tensión entre ellos creció, cada uno con sus propios temores y deseos, hasta que en un encuentro furtivo en una sala olvidada, la emoción contenida se desbordó. El beso que compartieron fue un gesto de desesperación, de un amor que no podía ser reconocido en ese contexto, pero que nacía de la necesidad de encontrar algo real en un mundo de mentiras.

Sin embargo, su momento de intimidad no pasó desapercibido. Una sombra, oculta en el pasillo, presenció la escena y, sin saberlo, arrebató a los jóvenes su secreto más preciado. El amor, la traición y el peligro se entrelazaban de manera irreversible, y ahora, el destino de los dos amantes parecía estar marcado por esa mirada furtiva.

¿Qué sucederá cuando el capitán descubra lo que ha ocurrido? ¿Será este el fin de la lucha de Curro y Ángela o el comienzo de una guerra aún más peligrosa?

Mientras tanto, el joven Toño cree haber encontrado el amor en Nora, pero su relación con Manuel está a punto de poner a prueba los límites entre lo que es correcto y lo que el corazón desea. Y, en otro rincón de la promesa, Catalina se encuentra renaciendo con más fuerza, decidida a no dejarse doblegar por ningún varón. ¿Hasta dónde llegará para conseguir lo que quiere?

La batalla por el poder, el amor y la justicia continúa, pero en La Promesa, la verdad siempre tiene un precio.

¿Qué piensas de la decisión de Ángela de involucrarse más en la lucha contra Lorenzo? ¿Es un acto de valentía o de imprudencia?