Curro sale en busca de su madre tras escaparse de La Promesa para asistir al bautizo, pero es demasiado tarde. Eugenia ya se encuentra en el evento con una pistola en mano con la que ha disparado a Adriano, gravemente herido al perder mucha sangre. El labriego tiene que ser trasladado al hospital de urgencia, debatiéndose entre la vida y la muerte.

Cuando Curro llega al lugar, descubre que su madre ha cogido a Andrés y se ha subido al torreón del palacio, y está dispuesta a saltar al vacío. Se han vivido momentos de mucha angustia y pánico tanto entre los personajes de La Promesa como entre los espectadores, en vilo con el transcurso de los hechos.

Curro ha tratado de evitar la tragedia subiendo a toda prisa y haciéndole entrar en razón para que no se arrojara, pero ha sido imposible. Eugenia, atormentada por una vida difícil, se ha precipitado y, tras sus últimos estertores en brazos de Curro, ha muerto. Eso sí, el bebé ha podido ser salvado in extremis gracias al muchacho. La escena ha sido una de las más impactantes de la historia de la ficción de TVE:

Por otro lado, Rómulo informa a Petra de que, por deseo de Catalina, está despedida, ya que le hace responsable de la excomunión del padre Samuel. Y Leocadia accede a darle a Manuel más dinero para su negocio, pero, a cambio, se quedará con un porcentaje mayoritario del mismo. Esta jugada descoloca a Manuel.

Avance de ‘La Promesa’ del capítulo 611 del viernes 6 de junio

Las trágicas consecuencias del bautizo marcarán un antes y un después en La Promesa. La familia Luján tardará mucho en reponerse después de los últimos acontecimientos. Curro está especialmente devastado. Mientras, Adriano, que se debate entre la vida y la muerte, es operado.

Los forenses le van a practicar la autopsia al cuerpo de Eugenia para certificar la causa de la muerte. ¿Permitirá descubrir que estaba siendo envenenada por Leocadia y Lorenzo?

Leocadia se molesta por la decisión de Catalina de despedir a Petra sin habérselo consultado y embiste contra Rómulo. Por su lado, Samuel no da crédito de que él sea el culpable indirecto del despido de la antigua ama de llaves.

Emilia deshace el malentendido con Rómulo y le cuenta que realmente no está casada. La enfermera y el mayordomo se dejan llevar y sellan su amor con un beso.