El capítulo más reciente de La Promesa nos sumerge en un mar de intrigas, desapariciones misteriosas y regresos tan inesperados como temidos. Cuando parecía que la calma volvía a asentarse tras las turbulencias recientes, una nueva sombra cae sobre la finca: Esmeralda ha desaparecido sin dejar rastro, justo cuando iba a revelar el mayor secreto de la joyería Job… y con ello, desmantelar toda una red de crímenes, chantajes y poder oscuro orquestado desde las altas esferas.
El pasado regresa con fuerza: El Duque de Carril vuelve a escena
Todo comienza con una llamada inesperada. En mitad de la noche, alguien remueve el avispero: Don Gonzalo, el temido Duque de Carril, irrumpe en escena con una sonrisa amable, pero bajo ella se esconde la amenaza de siempre. Su interés por la situación de los Luján no es desinteresado. Ofrece ayuda, sí, pero la experiencia ya ha demostrado que cada favor suyo tiene un precio… y muy alto. Conocido por su historial de prestamista usurero y manipulador, el duque ha vuelto a mover sus hilos. Y donde aparece él, los secretos no tardan en salir a la luz… o en desaparecer para siempre.
Esmeralda, de asesina sin alma a víctima silenciada
Conocimos a Esmeralda como una empleada implacable en la joyería, una mujer fría, peligrosa, incluso capaz de facilitar asesinatos por encargo. Pero el relato que ofrece a Curro cambia completamente esa percepción: no era una sicaria voluntaria, sino una víctima más del engranaje perverso del Duque de Carril. Vendedora ambulante de calderos, fue reclutada por el duque, quien le prometió un futuro estable para ella y su familia. Lo que encontró fue un infierno disfrazado de orfebrería.
Cuando quiso escapar, fue amenazada. Su padre, inválido; sus hermanos, dependientes de ella. El duque no le dio opción: obedecer o condenar a los suyos. El remordimiento la carcomía, especialmente tras el asesinato de una mujer embarazada. Esmeralda, con el corazón roto, decidió hablar… pero justo antes de hacerlo, desapareció.
¿Fue silenciada? ¿Eliminada? ¿Huyó por miedo y para proteger a los suyos? Nadie lo sabe. Pero lo cierto es que su desaparición coincide con el regreso del duque, y eso solo puede significar una cosa: el peligro está más presente que nunca.
La joyería Job, centro de una red criminal
Gracias al testimonio de Esmeralda, se confirma lo que muchos sospechaban: la joyería Job es una fachada para un oscuro negocio criminal dirigido por el duque. No solo se ordenan asesinatos allí, también se chantajea a los clientes, se investigan sus debilidades y se lucran con sus tragedias. Todo bajo la mirada fría y calculadora del duque Gonzalo, quien no deja nada al azar.
El misterio ahora gira en torno al famoso cuaderno de tapas doradas que posee su secretario personal, Jacinto Iglesias. Un documento que podría contener los nombres de todos los clientes y víctimas. López planea infiltrarse en el palacio del duque para recuperarlo, en una operación que recuerda a los mejores capítulos de espionaje.
Vera entra en juego
Otra pieza clave en esta nueva etapa de la trama es Vera, quien hasta ahora había tenido un papel más discreto. Pero todo cambia cuando se revela su conexión familiar con el duque y la duquesa. ¿Podría esto suponer un giro total en su personaje? ¿Dejará el servicio para reclamar su identidad nobiliaria? Lo cierto es que Vera será crucial para desentrañar lo que ocurrió con Esmeralda y, sobre todo, quién está detrás del asesinato del doctor Gamarra, una de las víctimas más inocentes de toda la serie.
Un entorno en ebullición: entre secretos, música y escenas de postal
En medio de este caos, algunas escenas como la de Martina tocando el piano frente a Jacobo nos recuerdan la belleza visual y el cuidado estético de La Promesa. Esas pequeñas postales costumbristas, aunque aparentemente banales, nos permiten respirar entre tantas conspiraciones. Las piezas interpretadas por Martina —una variación de Mozart y fragmentos de Schumann— son más que música de fondo: son un eco emocional del mundo que se derrumba alrededor de los personajes.
¿Quién es la misteriosa mujer del hangar?
Otro elemento que añade aún más misterio es la aparición de una mujer desconocida en el hangar. ¿Será una nueva aliada? ¿Una testigo? ¿O un nuevo peón del duque? La iluminación nocturna, los planos cargados de tensión… todo apunta a que esta figura jugará un papel fundamental en los próximos capítulos.
¿Qué nos depara el futuro?
Los próximos episodios prometen ser explosivos. La infiltración en el palacio, la búsqueda del cuaderno dorado, el destino de Esmeralda y la posible caída del duque de Carril son solo algunas de las piezas en juego. El equilibrio entre la nobleza y el servicio se tambalea. Muchos personajes, como Vera, María o incluso Curro, están en el umbral de un cambio de vida total.
La Promesa nos recuerda, una vez más, que la verdad tiene un precio, y a veces ese precio es el silencio… o la desaparición.
¿Dónde está Esmeralda? ¿Qué trama realmente el duque? ¿Y quién será el próximo en desaparecer? Solo el tiempo lo dirá… pero lo cierto es que el tablero de ‘La Promesa’ acaba de reconfigurarse, y los jugadores no volverán a ser los mismos.