“No puedo callarlo más. Jana fue envenenada. Y sé quién lo hizo.” Las palabras de Curro cayeron como una bomba en los pasillos silenciosos de La Promesa. Durante días, meses incluso, había cargado con un peso que lo asfixiaba: la verdad sobre la muerte de Jana. Y ahora, decidido a romper el silencio, se enfrenta a las consecuencias más oscuras que jamás imaginó.

Todo comienza con el regreso del varón de Valladares, que no llega solo. Respaldado por veintisiete aristócratas, viene con un objetivo claro: anular todas las reformas laborales iniciadas por Catalina y Adriano. El mensaje es brutalmente simple: tienen 30 días para desistir o enfrentarán las consecuencias. En ese clima de opresión, Adriano empieza a flaquear. Su deseo de proteger a sus hijos lo arrastra a una encrucijada moral.

La tensión en el hogar alcanza un punto de quiebre. Martina, con los nervios a flor de piel, confronta a Catalina. La acusa de irresponsabilidad, de poner en peligro a los niños por su afán de justicia. La conversación se transforma rápidamente en una pelea amarga. Catalina se niega a contarle nada a Alonso, lo que desata una ruptura emocional entre las hermanas.

Pero lejos de los conflictos familiares, otra batalla más sutil y peligrosa se libra en silencio. Leocadia sigue presionando a Ángela para que se case, para que abrace el papel que la sociedad le ha reservado. Pero Ángela tiene otros planes. Cada día se acerca más a descubrir la verdad sobre Lorenzo. Cada día, su vínculo con Curro se hace más profundo, más intenso, más arriesgado.

Curro ya no puede fingir. Confiesa a Pía lo que lleva tiempo guardando: Jana fue asesinada. Él sabe cómo y por quién. Pía, sacudida, coincide con él: ha llegado el momento de revelar todo. La primera persona que lo sabrá será Ángela. ¿Cómo reaccionará cuando descubra que el hombre que ha intentado exponer desde hace semanas podría ser, en efecto, el asesino?

Mientras tanto, Ricardo sigue atrapado en una mentira. Su matrimonio con Ana es solo una fachada. Su mente y su corazón siguen con Pía. Pero ella lo rechaza, una y otra vez. Finalmente, le revela el motivo: Santos la tiene amenazada. Si se acerca a Ricardo, él desvelará un secreto que podría destruirla. Al oírlo, Ricardo estalla de furia. Se enfrenta a Santos y exige saber qué esconde, qué tiene tanto poder sobre la mujer que ama.

En medio de estas tormentas emocionales, una luz de esperanza emerge. Pedro Farrea aprueba el primer motor diseñado por el equipo de investigación. A pesar de que el próximo paso aún debe esperar, hay entusiasmo. Enora, emocionada, abraza a Manuel. Es un gesto que dice más que mil palabras. Puede que lo que están construyendo sea más que una simple colaboración.

Así avanza el capítulo 642 de La Promesa, en este lunes 28 de julio. Un episodio cargado de revelaciones, enfrentamientos y decisiones que lo cambiarán todo.

¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar por la verdad, incluso si eso significa perderlo todo?