‘Sueños de libertad’ el lunes 21 de julio un nuevo capítulo, el 354, en el que Andrés, preso de los celos, ataca de la peor manera a Gabriel para dejarlo en evidencia ante Begoña.
Marta confiesa a Fina que ha tomado una decisión definitiva respecto a la maternidad: no quiere tener un hijo con Pelayo. A pesar de sus intentos por autoengañarse, ha comprendido que su vínculo con él no es lo suficientemente fuerte.
Mientras tanto, Begoña empieza a sentirse sobrepasada por la constante atención de Gabriel. Aunque intenta mostrarse cordial, la insistencia del abogado comienza a generarle cierta incomodidad.
Irene se reúne con Digna y don Pedro para comunicarles que Cristina ya conoce toda la verdad sobre sus orígenes. La noticia cae como una bomba en la familia, sobre todo por la reacción que pueda tener la joven a partir de ahora.
María, que ha observado la estrategia de Gabriel para acercarse a Begoña, le da algunos consejos para que se gane su confianza de forma más efectiva. Sabe que, si lo hace bien, puede convertirse en una figura clave dentro de la familia.
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Pelayo, dolido por la decisión de Marta, se desahoga con Damián. No solo le reprocha su situación con ella, sino también su creciente relación con Fina, que a sus ojos lo aleja cada vez más de formar una familia tradicional.
Avance en video del capítulo 354 (21 de julio) de Sueños de libertad
Por su parte, Damián sorprende a Andrés con una revelación que cambia muchas cosas: confiesa que trajo a Cristina a la fábrica con el único objetivo de desestabilizar a don Pedro. Andrés, incrédulo, empieza a atar cabos.
Preocupado por las últimas irregularidades y filtraciones en la empresa, Andrés plantea abiertamente la posibilidad de que Perfumerías De La Reina esté siendo víctima de espionaje industrial. La tensión en la dirección crece.
A la colonia llega una nueva visita inesperada: doña Ana, la madre adoptiva de Cristina, que ha decidido dar la cara y explicar su versión de los hechos. Su llegada reabre heridas, pero también puede ayudar a cerrar algunas.
Andrés no puede evitar sentir celos al comprobar cómo Gabriel se acerca cada vez más a Begoña. La cercanía entre ambos lo inquieta más de lo que está dispuesto a admitir. Y Begoña, cada vez más confundida, no sabe a quién creer.
