Comienza un nuevo día en casa de los De la Reina con el desayuno familiar. María se une a la mesa con una actitud renovada, llena de ilusión gracias a Gabriel. No es la única entusiasmada: Julia no oculta su admiración por su nuevo tío, con quien ha hecho planes que la ilusionan.

La escena desata los celos de Andrés, que improvisa una estrategia para alejar a su hija de Gabriel. La niña, manipulada por su padre, rechaza la compañía de su tío. Begoña y María se sorprenden por la actitud de Andrés, mientras Gabriel, como de costumbre, sabe cómo darle la vuelta a la situación.

Cristina está decidida a marcharse de la colonia. Descubrir que Irene es su madre biológica ha sido un golpe del que necesita recuperarse lejos. Luis, sin embargo, confía en poder hacerla recapacitar y convencerla para que continúe su trabajo en Perfumerías de la Reina.

Mientras tanto, Damián decide intervenir y llama al orden tanto a Andrés como a Gabriel. El enfrentamiento entre los primos ya es evidente para todos, también para él. Una vez más, Gabriel aprovecha la tensión para salir favorecido: ahora será Andrés quien se encargue del abastecimiento de lirio, una tarea prácticamente imposible.

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Manuela, Gaspar y Claudia organizan un torneo de dominó para levantar el ánimo a Raúl, cuya adaptación a la fábrica no está siendo sencilla. Carmen y Fina coinciden en algo más: Claudia siente algo por el nuevo mecánico, aunque no quiera reconocerlo.

Avance en video del capítulo 358 (25 de julio) de Sueños de libertad

Gabriel reconoce ante María que Andrés está complicando sus planes más de lo esperado, pero se muestra confiado: siempre encuentra la forma de salir airoso. Su alianza con María es cada vez más evidente.

Pelayo intenta deshacerse de las presiones de Don Pedro en relación con Gabriel. Pero el empresario no acepta negativas y termina lanzándole una amenaza encubierta. Pelayo se ve obligado a actuar como topo dentro de la familia De la Reina y comenzar a investigar a su suegro.

Durante el torneo, Claudia se aleja de Raúl, convencida de que estar cerca de él solo le hace daño. El chico queda sin pareja y su tristeza no pasa desapercibida. Mientras, Gema disfruta de los resultados de la sesión de fotos que Fina hizo a Teo, y las chicas de la tienda predicen que pronto tendrá más encargos con los niños del colegio.

El tema de la maternidad sigue presente para Marta y Fina. Tras rechazar la idea de ser madre junto a Pelayo, ambas se mantienen unidas, mientras él, distante y decepcionado, acusa a Fina de haberle quitado su futuro.

Cristina accede finalmente a escuchar a Irene, pero el encuentro no sale como esperaban. La chica vuelve a cerrarse y rechaza a su madre biológica. Damián, atento a todo, comienza a preocuparse seriamente por Irene.

Andrés se queda hasta tarde en el despacho intentando encontrar una solución para la crisis de producción del perfume conmemorativo. Sin embargo, todo parece estar en su contra y los resultados no llegan.

Después de compartir un momento muy agradable con Tasio, Carmen, Raúl y Don Agustín, Manuela y Gaspar disfrutan de un instante a solas en la cantina… momento que termina marcando un antes y un después en su relación.

Begoña y Andrés comienzan a angustiarse al notar que Julia no ha regresado con Gabriel tras salir por la tarde. Llueve con fuerza y la tormenta no ayuda a calmar sus nervios. Finalmente, tío y sobrina regresan ilesos tras haber pasado una tarde estupenda.

Al ver a Julia tan feliz, el rostro de Begoña se ilumina, algo que no escapa a Gabriel. Consciente del efecto que ha causado, decide tener un gesto cariñoso con ella… sin saber que Andrés, en silencio, escucha todo a través del teléfono.