La Promesa, la serie que ha cautivado a millones de espectadores levanta la vara de nuevo. La próxima semana, del 23 al 27 de junio, La Promesa nos sobrepasará en un torrente de sentimientos en los que ninguna elección será inocente. Con un fondo de misteriosa desaparición, los personajes irán siendo remolcados por sus propios secretos, mientras que la fiesta en el palacio sirve de desencadenante de tensiones largamente reprimidas.
LA FIESTA QUE NADIE QUERÍA
El acontecimiento que llevan a cabo Lisandro y Leocadia en La Promesa no es simplemente cualquier fiesta, sino que es una bomba de relojería social. Adriano, que resulta siempre un poco incómodo en estos contextos, debe enfrentarse a su contrario mayor: tiene que demostrar que es capaz de escurrirse entre la alta sociedad sin dejar al descubierto su vulnerabilidad. Catalina, su esposa, lo sabe—si esto no sucede; la medida que se arriesga en el palacio, podría tambalearse.
Pero hay una sorpresa: Curro, el amigo de las caídas eternas, decide participar en este entrenamiento para ayudarlo. Lisandro parece disfrutar del mal ajeno, y por eso su comentario a Ricardo no es casual. Quiere dinamitar la confianza de Adriano o bien sólo pasar un rato divertido a través del dolor ajeno? La diana entre ellos está servida y la fiesta podría resultar perfecta para conseguirlo.
Al mismo tiempo, Leocadia lo observa todo con mirada fría, como si presenciara un desastre anticipado. Para Adriano??, hoy por la noche es una dura prueba de fuego. Si la supera, obtendrá el respeto que desde hace tanto tiempo desea. Pero si falla, se quedará ridiculizado ante la corte y su vida como aristócrata estará en juego. Y mientras gira en la pompa y las sonrisas de los ruinosos, alguien más está tramando algo… y no tiene intenciones de hacer trampas en el juego.