La tensión se espesa como la niebla en los pasillos de La Promesa… y el martes 17 de junio, una tormenta de secretos y decisiones estremecerá para siempre los cimientos del palacio. En el capítulo 617, Curro se lanza al abismo de la verdad, dispuesto a llegar hasta el final para honrar la promesa que hizo ante la muerte de Yana. Pero en su camino se alza un muro: Esmeralda, la única que conoce toda la verdad, y que no tiene intención de hablar.

Desde los primeros rayos del sol, el ambiente en La Promesa es engañosamente tranquilo. Los pájaros cantan, los jardines exhalan perfume a tierra mojada… pero por dentro, todo arde. Curro, atormentado por la muerte de Yana y el peso de su promesa, sabe que el tiempo corre en su contra. Cada rincón del palacio le susurra el nombre de ella. Cada sombra, cada eco, cada recuerdo lo empuja más cerca del borde.

Y entonces, aparece el nombre que lo cambia todo: Esmeralda. Aquella doncella que desapareció sin dejar rastro, arrastrando consigo el último hilo del misterio. Curro está convencido: ella sabe quién mató a Yana. Lo vio. Lo oyó. O tal vez fue parte. Pero arrancarle la verdad será tan difícil como abrir una tumba sellada con miedo y silencio.

Sabe que no puede actuar solo. El riesgo es demasiado alto. Un paso en falso, y la verdad podría esfumarse para siempre. Así que busca aliados: López, su amigo leal, y Pía, la ama de llaves, la mujer que conoce cada rincón de La Promesa mejor que nadie.

El plan es arriesgado: no irán tras Esmeralda… harán que venga a ellos. Bajo el pretexto perfecto, sin levantar sospechas, sin alertar a quienes quizás la protejan. Pía, con sus años de experiencia y su temple de acero, se convierte en la pieza clave. Al principio se resiste —sabe lo que se juega— pero el recuerdo de Yana y la determinación de los jóvenes la empujan a aceptar. Lo hará. Pero a su manera, con inteligencia, sin errores.

Y mientras Curro traza su movimiento más audaz, en otra parte del palacio, otro corazón toma una decisión irrevocable. Rómulo, el mayordomo leal que ha servido a los marqueses durante décadas, decide abandonar La Promesa. La vuelta de Emilia, su gran amor, ha despertado en él un deseo que creía olvidado: vivir, simplemente vivir, lejos de secretos, mentiras y servidumbres.

Se lo confiesa a Ricardo, su amigo más cercano, en la bodega, entre barricas de vino y recuerdos compartidos. “Voy a dejar La Promesa”, dice, y sus palabras caen como un trueno. Ricardo, aunque sorprendido, lo entiende. Nadie como Rómulo se ha ganado el derecho a la paz.

Pero el adiós de Rómulo no será solo una pérdida para la casa… será también el inicio de un cambio profundo. Porque su marcha simboliza algo más: que incluso las estructuras más firmes pueden resquebrajarse, que las lealtades pueden transformarse en libertad, y que en La Promesa, cada decisión tiene el poder de desencadenar un terremoto.

Mientras Curro avanza hacia la verdad y Rómulo hacia la libertad, Leocadia recibe una inesperada rebelión de Ángela, quien ya no está dispuesta a seguir sus órdenes sin cuestionar. Y entre cartas, gestos y confesiones, el destino empieza a revelar su mano.

¿Será el inicio del fin o el despertar de una nueva era en La Promesa?

🔔 No te pierdas el capítulo 617 este martes 17 de junio, donde cada mirada puede esconder una traición… y cada palabra, una verdad que podría cambiarlo todo.