La tensión en los vastos terrenos de La Promesa se intensifica con la llegada de un nuevo día, aunque la emisión de la serie sufra una modificación en su horario habitual, trasladándose a las 18:20 de la tarde. A pesar de este cambio, la intriga y los oscuros designios que se ciernen sobre sus habitantes prometen mantener a la audiencia al filo del asiento. El capítulo 603, que verá la luz este martes 27 de mayo, desvelará cómo Leocadia, movida por una ambición sin escrúpulos y la necesidad de consolidar su poder, urde un plan macabro que involucra directamente a los inocentes recién nacidos de Catalina y Adriano, atándolos a una alianza siniestra con el temido duque de Carvajal y Cifuentes, personificado en esta ocasión por la figura de Lisandro.
Lisandro, con su venenosa lengua y su habilidad para sembrar discordia, continúa su escalada de provocaciones en La Promesa. En esta ocasión, su objetivo es Alonso, a quien revela, de manera poco cortés y con evidente intención de generar conflicto, su conocimiento sobre la participación de Manuel y Curro en la reciente guerra. Esta revelación, lejos de ser una simple confidencia, busca enrarecer el ambiente y socavar la confianza dentro de la casa, dejando entrever que Lisandro está dispuesto a utilizar cualquier información para desestabilizar a sus enemigos.
Sin embargo, la verdadera bomba de este episodio reside en el insólito y desalmado plan urdido por Leocadia para sellar una alianza inquebrantable entre los Luján y el poderoso duque de Carvajal y Cifuentes. Consciente de la reticencia inicial de Catalina y Adriano ante cualquier tipo de vínculo con este oscuro personaje, Leocadia concibe una estrategia perversa: utilizar a sus recién nacidos como garantía viviente de un pacto indestructible. En un movimiento que hiela la sangre, Leocadia propone que el duque, personificado en este contexto por Lisandro, se convierta en el padrino de los bebés.
La reacción de Catalina y Adriano ante esta propuesta es de rotunda negación. La idea de entregar a sus hijos, la posesión más preciada, a un hombre de la calaña de Lisandro les resulta aborrecible y aterradora. Su instinto paternal y maternal se rebela ante la sola posibilidad de que sus pequeños estén vinculados de alguna manera a un individuo tan siniestro.
No obstante, la visión de Alonso difiere drásticamente. Leocadia, con su astucia manipuladora, logra convencer a su esposo de las múltiples ventajas que traería consigo esta unión. Desde su perspectiva, el padrinazgo del duque podría significar una consolidación del poder de los Luján, una protección contra futuros enemigos y una oportunidad para ascender aún más en la escala social. Cegado por estas promesas de beneficio, Alonso comienza a ceder ante la persuasión de su esposa, sin medir las terribles consecuencias que este pacto podría acarrear para sus nietos y para la estabilidad emocional de sus hijos.
La tensión en La Promesa se intensifica aún más cuando Lisandro, fiel a su naturaleza provocadora, decide acudir al hangar, el espacio que tanto significa para Manuel, para sacar a relucir la trágica muerte de Hann. Lo hace de una manera cruel e irrespetuosa, hurgando en la herida aún abierta de Manuel y sembrando nuevamente la duda y el dolor en su corazón. Este acto de vileza demuestra la falta de escrúpulos de Lisandro y su deseo de infligir sufrimiento a quienes considera sus adversarios.
Mientras tanto, Curro, con su perspicacia característica, continúa su minuciosa investigación sobre Jacobo. Su aguda observación le permite detectar una serie de incoherencias en los vínculos que Jacobo pretende mantener con el enigmático Esteban Monteclaro. Desconcertado por estas inconsistencias y sintiendo que algo oscuro se esconde tras la fachada de normalidad, Curro recurre a Manuel en busca de aclaraciones. En esta conversación, Manuel le proporciona nuevos datos sobre Monteclaro, aunque insiste en que este no tuvo ninguna participación directa en la muerte de Hann, atribuyendo el fatal desenlace a una imprudencia. A pesar de esta explicación, Curro alberga serias sospechas de que Jacobo, movido por un deseo de venganza hacia Manuel, podría haber estado involucrado en la muerte de Hann. Sin embargo, actuando con cautela y sin pruebas concretas, opta por no revelar sus terribles sospechas a Manuel, protegiéndolo así de un dolor aún mayor.
En otro frente de esta compleja trama, Leocadia y Lorenzo, temiendo que la cada vez más lúcida Eugenia pueda desenmascarar sus oscuras intrigas, intensifican su ofensiva contra ella. Son plenamente conscientes de que Eugenia no solo desconfía profundamente de ellos, sino que además podría contar con la protección del influyente conde de Ayala. Desesperados por silenciarla antes de que revele sus secretos, recurren nuevamente al láudano, una sustancia insidiosa que poco a poco va minando la mente de Eugenia, provocando ataques de confusión y desorientación que sorprenden y preocupan a todos en La Promesa.
A la sombra de estas peligrosas conspiraciones y manipulaciones, Jacobo, siguiendo su propio juego de intereses, aviva el recelo de Martina contra el duque. Susurrando dudas y sembrando desconfianza, Jacobo busca aislar a Martina y manipular sus sentimientos, posiblemente con el objetivo de alejarla de cualquier posible alianza o afecto hacia el duque.
Mientras la tensión y la oscuridad se apoderan de la zona noble de La Promesa, en el ámbito más humilde del servicio, florece una inesperada ilusión. Rómulo comienza a sentirse atraído por Emilia, vislumbrando la posibilidad de un nuevo comienzo sentimental. Por otro lado, Ricardo sigue aferrado a la esperanza del regreso de su hijo Santo, aunque su ausencia pesa cada día más en su corazón, sumiéndolo en una profunda nostalgia. En un momento de vulnerabilidad, Ricardo confiesa a Pía el inmenso dolor que le causa la marcha de Santo, y ambos se preguntan, con una tristeza compartida, si alguna vez podrán reconciliarse y sanar las heridas del pasado.
Este es el sombrío panorama que aguarda a los espectadores en el próximo capítulo de La Promesa. La inocencia de unos recién nacidos se convierte en moneda de cambio para una alianza oscura, el dolor por una pérdida reciente se utiliza como arma, y la manipulación y la traición se erigen como las principales herramientas en la lucha por el poder y la supervivencia en este implacable universo. La pregunta que resuena en el aire es hasta dónde estarán dispuestos a llegar estos personajes, y qué precio deberán pagar por sus ambiciones y secretos.