En el próximo episodio de La Promesa, el palacio vuelve a temblar ante una revelación que nadie se esperaba. Bajo la luz plateada de la luna, un susurro recorre los pasillos como un presagio de lo que está por venir. Un secreto largamente oculto comenzará a salir a la luz, y será nada menos que Curro quien rompa el silencio, revelando un detalle que cambiará el destino de todos… y desenmascarará a Jacobo de forma escandalosa.

Mientras los vitrales reflejan sombras inquietantes en las paredes, los habitantes del palacio sienten que algo está a punto de romperse. El pasado regresa como un espectro, y Curro, siempre tan observador y reservado, encuentra la pieza que faltaba en un rompecabezas que lleva tiempo atormentándolo. En una conversación cargada de tensión con María Fernández, él revela algo que escuchó tiempo atrás… una frase dicha al pasar, un objeto olvidado, un gesto sospechoso. Todo toma sentido. Jacobo no es quien dice ser.

La reacción de María no se hace esperar. Aunque ha estado sumida en sus propias dudas, especialmente con respecto a Petra y su aparente transformación, esta nueva información cambia su perspectiva. Jacobo, el que siempre se mostró como fiel aliado, podría ser en realidad el traidor silencioso que ha movido hilos desde las sombras.

Pero, ¿qué es exactamente lo que Curro descubre? Se trata de un medallón idéntico al que Petra lleva consigo, grabado con las palabras La Promesa. Sin embargo, el de Jacobo tiene una inscripción adicional, oculta, que lo vincula directamente con una red secreta de poder dentro del palacio. El medallón fue encontrado en una celda antigua, detrás de un tapiz, en lo que solía ser un monasterio —ahora el refugio que tantos consideran un santuario. Curro, al tocarlo, sintió una energía extraña. Y con ello vino el recuerdo: vio a Jacobo entrar a escondidas a ese lugar semanas antes, creyendo que nadie lo observaba.

El misterio se espesa. Petra, que ha tratado de redimirse, también guarda secretos. María aún no puede confiar en ella, a pesar de los esfuerzos de Samuele y las palabras llenas de fe del sacerdote. Pero esta nueva revelación de Curro hace que Petra parezca más víctima que verdugo. ¿Y si ella también ha sido manipulada por Jacobo?

Por otro lado, Eugenia, atormentada por el peso de sus decisiones y la culpa no expresada, toma una decisión desesperada. En medio de la noche, escapa del palacio sin decir una sola palabra. Su destino: la prisión donde Cruz yace, acusado. Su objetivo: encontrar la verdad y saldar cuentas. La prisión, un lugar que fue orfanato en el pasado, está llena de memorias rotas y esperanzas olvidadas. Allí, Eugenia escarba en los documentos antiguos, buscando pistas que puedan redimir a Cruz… o confirmar su culpabilidad.

Cuando la fuga de Eugenia se descubre, el caos se apodera del palacio. Leocadia, inteligente y valiente, sabe que no fue una huida impulsiva. Ella recuerda unos antiguos pergaminos en su poder —diarios olvidados de viajeros que hablaban de alianzas secretas y traiciones familiares. Entre esos textos puede estar la clave para entender las verdaderas intenciones de Jacobo… y su conexión con Cruz.

Mientras tanto, Lisandro permanece ausente, quizás deliberadamente, mientras su casa se desmorona. Martina, recorriendo pasillos cargados de silencio, empieza a notar cosas extrañas: miradas esquivas, susurros ocultos. Y entonces, en una biblioteca abandonada, encuentra un libro prohibido con una llave oxidada escondida entre sus páginas. Ese libro, según se dice, pertenecía a una antigua secta que creía en el poder de lo invisible. ¿Será esa la puerta hacia la verdad? ¿Una puerta que Jacobo ha intentado mantener cerrada?

En paralelo, Toño, el joven antes impulsivo, regresa al palacio transformado. Ha entrenado en la corte real, ha aprendido a montar, y sus cicatrices muestran el camino difícil que ha recorrido. Su madre, Simona, lo recibe con una mezcla de emoción y precaución. El reencuentro entre madre e hijo despierta una chispa de esperanza… tal vez aún hay tiempo para reconstruir lo roto.

En las cocinas, el ambiente es distinto. Entre aromas de especias exóticas, un aprendiz asegura haber visto una figura merodeando por el salón secreto donde descansan los antiguos registros genealógicos. ¿Qué verdades prohibidas pueden esconder esos legajos? ¿Qué vínculo une realmente a Jacobo con los linajes más antiguos del palacio?

En una escena clave, Curro decide enfrentar a Jacobo. Lo hace en la capilla, donde el eco de las confesiones pasadas resuena con fuerza. “Tú no perteneces aquí, y lo sabes”, le espeta Curro, con los ojos encendidos por la verdad. Jacobo, por primera vez, pierde su compostura. Su máscara cae. Sí, ha mentido. Sí, ha manipulado. Y su propósito final aún es más oscuro de lo que se imaginaba.

El momento es tenso, casi irrespirable. Los presentes —María, Petra, Simona, incluso el sacerdote— escuchan en silencio. La verdad se impone con la fuerza de una tormenta. Jacobo, ahora descubierto, intenta huir… pero Eugenia regresa justo a tiempo, trayendo consigo pruebas irrefutables que lo vinculan a un complot para destruir La Promesa desde dentro.

Todo se precipita. El palacio entero se convierte en un escenario de traiciones reveladas, alianzas que cambian, y una promesa que ya no puede sostenerse con palabras vacías. Porque lo que está en juego ahora no es solo la paz, sino la esencia misma de la familia y del legado que cada uno ha jurado proteger.

Y mientras el telón de esta intensa jornada parece caer, una figura encapuchada observa desde la lejanía… con un antiguo mapa en mano, una sonrisa en los labios y la mirada puesta en la siguiente jugada. Porque si algo hemos aprendido es que en La Promesa, nadie está a salvo y el verdadero traidor aún puede estar más cerca de lo que pensamos.

¿Estás preparado para descubrirlo?