La semana del 4 al 8 de agosto de 2025 en Sueños de Libertad nos deja momentos tan inesperados como desgarradores. Cada giro parece más grande que el anterior, mientras los personajes enfrentan sus propias decisiones y emociones al borde del abismo.

Todo comienza el 4 de agosto, cuando María descubre un secreto devastador: Gabriel es el cerebro detrás del sabotaje que ha puesto en peligro la producción de perfumes en la empresa Cobeaga. Pero lo más aterrador no es solo la revelación, sino la frialdad con la que Gabriel lo admite. En lugar de arrepentirse, su actitud es desafiante, lo que deja claro que sus planes aún no han terminado. María no puede evitar sentir un profundo temor, al ver que su primo está dispuesto a ir tan lejos como sea necesario para lograr lo que desea.

En otro frente, Digna comienza a preocuparse por la salud de Pedro. Él intenta seguir adelante con su carga empresarial, pero el desgaste emocional y físico ya es evidente. Digna insiste en que Pedro cumpla con su promesa de entregar la gestión a Joaquín, pero él, como siempre, tiene otros planes, ocultando algo que ni su propia esposa sospecha.

Mientras tanto, Gabriel se ve presionado a formalizar su relación con Begoña, algo que María le exige para el bien de la familia y de la empresa. Gabriel intenta hacerlo invitándola a una gala en Toledo, pero Begoña no está segura de estar lista para ser vista públicamente como su pareja. Este dilema emocional de Gabriel es solo uno de los muchos conflictos personales que surgen en este episodio.

Cristina, por su parte, continúa fortaleciendo su vínculo con Irene. Su relación se profundiza mientras ambas comparten conversaciones sobre su padre y sobre los desafíos de Cristina en su nuevo rol dentro de la empresa. Sin embargo, esta nueva posición de poder no es bien recibida por todos, y Luis se opone con firmeza a que Cristina reciba parte de las ganancias del perfume. Este conflicto desencadena una serie de tensiones dentro de la empresa.

Mientras tanto, Fina se enfrenta a su primer gran reto como fotógrafa. Una madre del colegio de Teo critica fuertemente su trabajo, lo que hace que Fina se cuestione su talento y considere abandonar su pasión. Sin embargo, Carmen y Claudia se convierten en su principal apoyo emocional, intentando devolverle la confianza que necesita para seguir adelante.

A lo largo de la semana, las tensiones entre Gabriel y Andrés aumentan. Andrés empieza a sospechar que su primo está detrás de los sabotajes en la empresa. La confrontación llega al punto máximo el 5 de agosto, cuando Andrés, sin escuchar el consejo de su padre, interrumpe uno de los interrogatorios internos y acusa directamente a Gabriel de estar detrás de todo. La atmósfera se carga de tensión y, aunque no hay pruebas concretas, Andrés está convencido de la culpabilidad de Gabriel.

El caos continúa cuando Marta descubre un giro inesperado en la investigación sobre el espionaje industrial: los datos robados no fueron extraídos de Cobeaga, lo que sugiere que el traidor podría estar dentro de la propia empresa. La duda se apodera de todos, y las sospechas sobre Gabriel crecen.

Pero el martes 5 de agosto, las cosas se intensifican aún más. Taio, siguiendo las órdenes de Damián, comienza a interrogar a los empleados del laboratorio, buscando respuestas sobre la filtración interna. Mientras tanto, Andrés se adentra en una confrontación directa con Cristina, exigiendo saber más sobre su relación con Gabriel. Esta situación genera un ambiente aún más tenso en la empresa, especialmente cuando Cristina comienza a poner en perspectiva las piezas del rompecabezas.

Gaspar, mientras tanto, se enfrenta a don Agustín, lo que pone aún más en juego su relación con Manuela. La presión aumenta mientras ambos luchan por lo que creen que es correcto. Por otro lado, las tensiones empresariales siguen aumentando con las decisiones de Pedro, quien propone incentivos financieros para los perfumistas, algo que podría desbalancear el presupuesto de la empresa y causar conflictos entre los empleados.

En paralelo, la relación entre Gabriel y Begoña se vuelve más complicada, especialmente cuando Gabriel comienza a acercarse más a Begoña por intereses personales y profesionales. Este movimiento, sin embargo, genera más resentimiento en Andrés, quien ve cómo su primo toma el control de la situación.

El 6 de agosto, la intriga aumenta cuando María, tratando de cerrar viejas heridas, se acerca a Andrés con la intención de obtener información sobre la investigación, todo para compartirla con Gabriel. Esto provoca un cambio sutil en la dinámica familiar, mientras Andrés empieza a desconfiar de la creciente alianza entre su esposa y su primo.

Al mismo tiempo, Begoña comienza a abrir su corazón a Julia, compartiendo sus sentimientos por Gabriel y revelando sus dudas sobre el futuro. Esta conversación marca un cambio importante, especialmente cuando Gabriel les propone un plan para pasar más tiempo juntos, lo que deja a Julia soñando con la idea de una familia unida.

En el lado empresarial, la situación se vuelve aún más complicada cuando la noticia del sabotaje y la filtración interna amenaza con derrumbar todo. Andrés, convencido de que Gabriel está detrás de todo, hace lo que puede para presentar pruebas contra él. Sin embargo, Gabriel, fiel a su estilo, gira la situación a su favor, exponiendo a Andrés ante los demás.

La guerra entre los primos está lejos de terminar, y las tensiones siguen escalando. Todo indica que el futuro de la empresa Cobeaga y la familia están a punto de cambiar para siempre, y no todos sobrevivirán a la tormenta.