“No soy solo Pía”, podría decir María Castro con la mirada firme y una sonrisa cómplice, mientras recuerda los múltiples universos que ha habitado en la ficción española. Porque si algo define a esta actriz gallega es su capacidad para transformarse sin perder nunca la autenticidad.
En La Promesa, María Castro interpreta a Pía Adarre, la fiel ama de llaves del palacio, una mujer templada por la adversidad y enérgica en su determinación. Pero esta no es ni de lejos la única heroína, confidente o rebelde que ha encarnado a lo largo de su impresionante carrera. En realidad, Castro es una de esas actrices que no se limitan a un solo registro: domina el drama histórico, ha vibrado en la piel de adolescentes idealistas, y ha brillado en comedias televisivas con una naturalidad arrolladora.
Su recorrido por las series de época merece especial atención. En Tierra de lobos, nos trasladó a un mundo casi salvaje, lleno de pasión y poder, con un aire de western español que marcó época. La historia de dos hermanos enfrentados a un tirano en busca de redención y libertad no solo conquistó al público, sino que consolidó a Castro como una figura potente en narrativas intensas. La serie, emitida por Telecinco, puede verse actualmente en plataformas como Netflix, Prime Video y Mitele.
Luego llegó Amar es para siempre, donde encarnó a Natalia Medina, una enfermera marcada por la pérdida y la necesidad de justicia. Más de 200 episodios dieron forma a un personaje que escondía una identidad falsa, múltiples heridas y un pasado con sed de respuestas. En este Madrid de posguerra, Castro demostró una vez más su habilidad para transmitir fuerza interior, incluso cuando todo parece derrumbarse alrededor. Esta historia está disponible en atresplayer.
Pero si hay una ficción que dejó huella por su enfoque feminista y emotivo, esa fue Seis hermanas. En ella, María interpretó a Francisca Silva, una de las hijas del empresario textil cuya muerte obliga a sus hijas a tomar el timón de la empresa familiar. El dilema entre tradición y libertad, entre las expectativas de la sociedad y la vocación personal, se explora con una sensibilidad exquisita. Seis hermanas es un relato coral, y cada una de ellas brilla con luz propia. Disponible en RTVE Play, esta serie sigue siendo un tesoro para quienes aman las sagas familiares con alma.
Pero no todo ha sido drama histórico. Castro también dejó huella en las series juveniles. SMS: sin miedo a soñar, emitida en laSexta entre 2006 y 2007, fue un auténtico fenómeno de la era pre-smartphone. Junto a nombres que hoy son gigantes del audiovisual español —Mario Casas, Yon González, Amaia Salamanca—, Castro interpretaba a Lucía, la alumna estudiosa y reservada que sin embargo tenía un papel esencial en la vida del protagonista. Esta serie, ahora disponible en atresplayer, fue un retrato generacional lleno de conflictos, rebeldía y primeros amores.
Y por supuesto, no podemos olvidar Sin tetas no hay paraíso. Esta adaptación del formato colombiano fue un auténtico hito televisivo. María dio vida a Jessica, amiga y confidente de Catalina, la joven que se adentra en un mundo oscuro empujada por la desesperación y el deseo de escapar de la pobreza. La serie, cargada de crudeza y emoción, está disponible en Prime Video.
En el terreno de la comedia, Vive cantando nos mostró a una María Castro vibrante, humana y entrañable. Trini, su personaje, era una cantante de orquesta que, al quedarse a cargo de su familia tras una tragedia, debe enfrentarse a una vida que ya no reconoce como suya. La serie equilibró humor y ternura con una mirada muy realista sobre las segundas oportunidades. Disponible también en atresplayer.
Más recientemente, Netflix apostó por su talento en Machos Alfa, una mirada crítica, irónica y actual sobre la masculinidad en crisis. Aquí, Castro se mete en la piel de Eugenia, un personaje lleno de matices que aporta frescura, firmeza y muchas risas al elenco principal. Una producción moderna que la vuelve a colocar entre lo mejor de la comedia contemporánea.
En definitiva, María Castro no es solo la Pía que nos conmueve cada tarde en La Promesa. Es también una artista que ha sabido estar en el lugar y el momento justo para contar historias inolvidables. Ya sea entre corpiños del siglo XIX, uniformes de enfermera o en un karaoke de barrio, su talento brilla con luz propia.
¿Cuál de todos estos papeles de María Castro es tu favorito? ¿La prefieres en el drama de época, en las historias juveniles o en clave de humor?