Porque no sólo está la relación entre Begoña (Natalia Sánchez) y Andrés (Dani Tatay), está el fenómeno de las Mafin, el amor entre Marta (Marta Belmonte) y Fina (Alba Brunet). Dos mujeres que han luchado contra viento y marea por su romance y que visibiliza una realidad silenciada en la España de los años 50.

Con una comunidad fan muy amplia, el vínculo entre ambas se enfrentará a nuevos desafíos. La irrupción de Pelayo (Alejandro Albarracín) ha alterado la dinámica de ambas y lo que parecía un acuerdo beneficioso para los tres irá derivando en una trampa que pondrá al límite el amor que se profesan.

“Pelayo ve a Fina como una amenaza. Se está dando cuenta de eso. Lo que, inicialmente, podría ser cierta envidia porque ellas podían tener una relación y no tener problemas con ello, se convertirá en un problema para él”, explica Alba Brunet en una entrevista concedida a BLUPER.

“Él tiene aspiraciones políticas y va viendo que Marta y Fina no tienen ese cuidado que él tanto busca. De ahí, que las comience a ver como una amenaza. Vamos a ir viendo cómo Pelayo va tomando más terreno del que a Fina le gustaría y va a ir saltándose el trato que los tres tenían”, advierte.

Alba Brunet y Marta Belmonte en un momento del rodaje de ‘Sueños de libertad’. Atresmedia

“La relación entre Pelayo y Marta es de amistad. Pero esta se verá interrumpida por la ambición y los deseos de uno. Él le da muchas vueltas a sus miedos, lo que hace que quiera controlarlo todo. Mi personaje también tiene sus torpezas”, comenta Marta Belmonte.

La actriz que encarna a la hija de Damián de la Reina revela que la relación de las Mafin vivirá una serie de “encuentros y desencuentros”. “Será la tónica general y que se verá agravada por lo que vaya pasando alrededor”, adelanta, compartiendo que “los condicionamientos de clase”, siguen influyendo en el vínculo romántico entre sus papeles.

“Pelayo ve a Fina como una amenaza. Lo que inicialmente, para él, podría ser envidia porque Marta y ella se quieren, se convertirá en un problema para sus ambiciones”

El vínculo entre Marta y Fina también tendrá otro desafío. La actriz Alba Brunet anunció a inicios de abril de este 2025 que estaba esperando su primer hijo con su pareja, el actor Pep Ambròs. Aunque Sueños de libertad se tomará un descanso tras el rodaje de temporada, esta buena nueva se ha tenido que tener en cuenta para las tramas.

“Es algo que se ha tenido que pensar a nivel de productora y de proyecto. No se puede contar mucho”, detalla la intérprete, quien no ha dudado en expresar cómo la compañía ha sabido encajarle en las tramas. “Ha sido muy fácil”, desvela.

Marta Belmonte y Alejandro Albarracín en un fotograma del episodio 335 de ‘Sueños de libertad’. Manuel Fiestas Atresmedia

Con ya más de un año en emisión, los fans de Sueños de libertad han podido ver no sólo la evolución de la relación de las Mafin, sino de las propias protagonistas. “Fina se ha ido descubriendo poco a poco. Su espíritu luchador ya estaba en la base, al inicio de la serie. Pero a medida que le van ocurriendo cosas, va tomando fuerza y ganando personalidad”, comenta Brunet.

De hecho, próximamente se verá cómo Fina irá redescubriéndose de forma autónoma con su pasión por la fotografía. “Llevaba mucho tiempo necesitando sus propias ambiciones, independientes de Marta. No duda de su amor, pero quiere también tener su propia senda”, adelanta.

“Va a vivir un camino paralelo al de Marta, pero que solo va a reforzar su relación. Es algo muy bonito que ella tenga su propio espacio y que la persona que quiere le apoye”, señala Brunet.

“Fina va a vivir un camino paralelo al de Marta, pero que va a reforzar su relación”

Una evolución que también ha estado presente en Marta de la Reina. “Estoy muy contenta con su evolución. Tuve poco margen para poder dibujar el personaje al comienzo, pero me encanta cómo está desarrollándose”, agrega Belmonte.

Tras el fin de La Moderna, Sueños de libertad es la única ficción diaria en tener representación LGBT en sus tramas. “Para mí, es un orgullo poder darle voz a unos derechos que yo defiendo y quiero tanto para la sociedad: que es la libertad de amar a quien uno quiera”, confiesa la actriz que se mete en la piel de Fina, quien señala sentir “honor” porque su personaje sea un referente a nivel de ficción.

Alba Brunet y Marta Belmonte en un fotograma del episodio 318 de ‘Sueños de libertad’. Manuel Fiestas Atresmedia

Belmonte pone el foco en que se trata de un amor entre mujeres en la España de los 50. Ambas se ponen en riesgo, dado que la homosexualidad está penada con cárcel. “Su amor no tiene nada de dudas. Pero hay más cosas, ¿pueden hacer vida conjunta? Se plantean temas más logísticos”, analiza Belmonte.

“La realidad que tienen es la que es. [En la España de los 50, su amor] es ilegal. Están delinquiendo y hay pena de cárcel”, prosigue, compartiendo que, precisamente, el tocar estos temas hace que el público actual conecte con Sueños de libertad.

“Es uno de los positivos de la serie. En general, toca temas de actualidad, pero ambientados en otra época. Justamente, eso hace que el público conecte. No sólo por las Mafin, sino en general”, argumenta.

“Está muy claro que Marta y Fina se quieren, pero viven una realidad [la de la España de los 50] que es la que es. Su amor es ilegal y corren el riesgo de ir a prisión”

Tanto Brunet como Belmonte son conscientes del fenómeno que ha despertado la relación entre sus personajes en la serie. “Lo tenemos bastante a mano. Sí que hablamos de ello cuando acudimos a alguna entrevista. Pero consideramos que forma parte de nuestro trabajo”, señala Brunet.

“Aunque, entre nosotras, solemos conversar de muchos más temas, porque somos compañeras de reparto y amigas. Afortunadamente, el fenómeno no es lo único de lo que hablamos”, confiesa.

Isabel Moreno y Alba Brunet en un fotograma del episodio 337 de ‘Sueños de libertad’. Manuel Fiestas Atresmedia

Más allá del fenómeno de las Mafin, ambos personajes tienen una fuerza interior y una profundidad que es firma de la propia ficción de Diagonal TV. Junto con ellas, están la propia Begoña, quien es enfermera y se ha mostrado su fuerza interior desde que decidió separarse de Jesús (Alain Hernández), como con Digna (Ana Fernández) o Luz (Carolina Lapausa), así como otros personajes.

“Hay un contexto político en el que no se profundiza, pero que influye mucho en lo social y en el contexto que se vive. Está todo muy medido y hay muy poco avance en cuanto a derechos y libertades, especialmente los relacionados con la mujer”, reflexiona Belmonte.

“El empoderamiento de las mujeres no sólo es en cuanto a lo profesional, sino también a su propia solvencia económica”

“No sólo hay un empoderamiento en cuanto a lo profesional, sino también a la propia solvencia económica. Ser médico o enfermera no te capacita para ser más o menos tonta que un hombre, sino que te da una libertad económica y un poder que se ha reflejado en muchas culturas durante siglos”, argumenta la intérprete.

Belmonte, precisamente, pone el foco en dos personajes femeninos muy fuertes como Digna y Gema (Agnès Llobet). “No tienen carrera, su poder está en su inteligencia, en su manejo de la familia, en la paciencia y en la comprensión. Son también muestras de poder femenino, más allá de lo que se entiende por empoderamiento”, señala.

Ambas actrices coinciden en que el ambiente familiar que existe en el rodaje les es fundamental. “Son muchas horas de trabajo en una serie diaria, hay que hacer equipo. Si no, es imposible. Es una maquinaria que se resiente enseguida si una de las piezas no funciona”, expone Belmonte.

“Estamos en buenas manos, porque somos un buen equipo humano. Tenemos la suerte que sostenernos en los momentos en los que resulta difícil. Todo es gracias a que nos apoyamos”, concluye la actriz.