“Tú no sabes quién soy… pero pronto lo descubrirás” — el enigmático susurro de Enora parece anunciar que nada será igual en el hangar ni en el palacio.
Mientras los ecos de la fiesta por el nuevo título de Adriano aún flotan en el aire, el palacio de La Promesa se prepara para otra celebración: la boda de Rómulo y Emilia. Lo que debería ser una semana de alegría y nuevas oportunidades se convierte, sin embargo, en un campo minado de secretos, amenazas y despedidas llenas de nostalgia.
Rómulo, fiel como siempre a los suyos, se enfrenta al cambio más grande de su vida: dejar La Promesa. Pero Alonso, en un acto que revela más emoción de la que el marqués suele mostrar, le propone una última honra: casarse con Emilia antes de partir. Un gesto noble que no todos comparten, pues Petra Arcos ha vuelto con sed de venganza. Su regreso es tan inesperado como su crueldad, amenazando incluso a Samuel y a María Fernández y dejando claro que no ha olvidado ni perdonado.
Mientras tanto, una presencia nueva pero ya decisiva gana terreno: Enora. La joven, que se colaba por las noches en el hangar, finalmente se presenta ante Manuel. Le confiesa su fascinación por su trabajo, y no tarda en mostrar una inteligencia y creatividad que deslumbran a Toño. Juntos elaboran nuevos proyectos, que Toño luego presenta a Manuel como suyos. Lo que sigue es un inesperado giro: Manuel queda fascinado… pero sin saber que es Enora quien está detrás de todo. ¿Estamos ante el nacimiento de una nueva inventora en La Promesa? ¿O de un triángulo amoroso que podría complicar aún más el futuro del hangar?
En otra esquina del palacio, la tensión se intensifica. Ángela, que durante la fiesta plantó cara a uno de los amigos de Lorenzo, ahora recibe una carta inquietante de parte del hombre al que enfrentó. Lorenzo y Leocadia la presionan para que pida disculpas, pero la joven se resiste. La herida emocional aún está abierta, y su dignidad no está en venta. Sin embargo, el peligro acecha. Ángela no solo enfrenta la amenaza del capitán De la Mata, sino también la duda que siembra entre los suyos. ¿Está sola en esto, o alguien será capaz de alzar la voz por ella?
Catalina y Adriano también avanzan como nuevos condes. El marqués les entrega más responsabilidades, consolidando su papel dentro de la finca. Catalina, que antes era una figura rebelde y solitaria, empieza a encontrar su lugar como líder, mientras Adriano intenta dejar atrás sus errores para convertirse en un verdadero señor de Campos y Luján.
En paralelo, Lope se prepara para una misión aún más peligrosa: infiltrarse en el entorno del duque de Carril. Él y Vera tendrán que actuar con cautela, porque los hilos que conectan a la joyería Llop con la desaparición de Esmeralda se tensan cada vez más. ¿Están preparados para enfrentar a una red que podría estar muy por encima de sus posibilidades?
Y mientras las tensiones crecen y el amor florece o se rompe, María Fernández decide no callar más y se sincera con Samuel. No es el único momento emotivo: Alonso le ofrece a Rómulo un gesto inesperado antes de su marcha, demostrando que incluso los más duros pueden ser vulnerables ante una despedida.
Entre secretos revelados, alianzas inesperadas y decisiones que cambiarán destinos, La Promesa se encamina hacia una semana decisiva. Enora ya no es una simple intrusa, sino una posible aliada o enemiga. Rómulo quizá diga adiós, pero su legado quedará. Y Ángela… Ángela podría ser el epicentro del próximo gran escándalo.
¿Será capaz Enora de mantener su secreto? ¿Y tú, qué harías si tu dignidad estuviera en juego como la de Ángela?